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jueves, 17 de abril de 2008

Los nuevos expolios amenazan la condición de Galicia como reserva arqueológica

EL LEGADO CULTURAL, EN PELIGROA finales del pasado mes de enero, la Policía Autonómica detenía en Lugo a un funcionario de la Xunta, acusado de expoliar varios yacimientos arqueológicos en la provincia durante los últimos veinte años. Un reportaje periodístico lo delató. Meses antes, corrió la misma suerte en la comarca del Deza otro grupo organizado de expoliadores liderado por un cabo de la Guardia Civil destinado en el puesto de Rodeiro. Una información de La Voz de Galicia puso a los agentes policiales sobre la pista de sus fechorías más recientes: entraron a saco, «armados» de un tractor y detectores de metales en el castro de Palio. Son dos botones de muestra de una delincuencia silenciosa que no provoca alarma social pero que, según los expertos, está ocasionando daños irreversibles en elementos básicos del patrimonio histórico gallego.
"Lo más grave es que en Galicia no está dimensionado el problema"
J. Á. FARIÑAS
Localidad:
A CORUÑA

Las dimensiones del problema son preocupantes. La Administración autonómica es consciente de que Galicia es una de las reservas arqueológicas de Europa. El servicio de Arqueoloxía de la Consellería de Cultura cifra el número de yacimientos en 30.000, pero, según sus datos, en la actualidad sólo están inventariados unos 15.000, los mismos que hace año y medio.
Fuentes de la Policía Autonómica ofrecen otro dato no menos preocupante: el 80 por ciento del patrimonio histórico y documental de Galicia, al igual que los yacimientos arqueológicos, se localiza en el medio rural. La mayoría pertenece a la Iglesia, y los párrocos son incapaces de proteger el patrimonio que albergan sus iglesias; los monasterios carecen de medidas elementales de protección, y los feligreses no aceptan que los objetos valiosos salgan de sus localidades para ser puestos a buen recaudo en museos.
Los yacimientos arqueológicos, especialmente los castros, las mámoas y los restos de la cultura romana no corren mejor suerte. Las obras de la autovías de acceso a la Meseta, la del Noroeste, a su paso por la provincia de Lugo ha destrozado un número no determinado de yacimientos con la más absoluta impunidad. Una parte nada despreciable de las piezas de valor que salieron a la luz con tal motivo, cayeron en manos privadas. Parte de ellas pueden estar almacenadas en el sótano del chalé de un cargo público de la zona afectada.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2001/02/09/416632.shtml

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