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sábado, 19 de abril de 2008

El dolmen de Treos ya está a salvo


.................................................................... CASAL
Un maderero taló los pinos de Pedra Cuberta ante representes del Concello y de PatrimonioEn apenas diez minutos dos hombres liberaron al dolmen de Pedra Cuberta de un previsible y, probablemente, inminente peligro de derrumbe. Cuatro años después de que un especialista detectara varias grietas e incluso el desprendimiento de una esquina de una de las losas e informara a Patrimonio del riesgo, este organismo recordó al Concello de Vimianzo su obligación de actuar en estos casos. Y lo hizo, colaborando con la familia propietaria del megalito que fue la primera en ponerse en marcha. La buena voluntad del Concello, los madereros y los dueños hicieron posible una de las escasas actuaciones de la Xunta en las antas locales.
C.V.G.
Localidad:
CARBALLO
En 1998 el profesor de la Escuela de Restauración de Pontevedra Fernando Carrera envió un escrito a Patrimonio en el que alertaba de la situación en que se encontraba el dolmen de Pedra Cuberta. Las raíces de un pino que prácticamente le crecía encima llevaban años presionando una de las losas. Fue entonces cuando el restaurador, que realizaba un estudio sobre las pinturas del megalito, apreció las grietas y la rotura de una esquina de una de las piedras que sostienen la losa de mayor tamaño.
En los años 2000 y 2001 envió nuevas notas urgiendo una solución, pero no hubo respuesta hasta ayer, a las once de la mañana. Según la Consellería de Cultura, los responsables de la situación del dolmen son los propietarios y el Concello, pero ellos desconocían el peligro hasta que La Voz de Galicia hizo público el problema.
La tala de los dos árboles más próximos al dolmen, que habían sido vendidos por los dueños en cuanto supieron que perjudicaban el megalito, comenzó a las once menos cuarto, a pesar de que estaba señalada para las diez. A esa hora ya estaban en el lugar el comprador, Ramón Vázquez Pérez, y otros dos hombres con todas las herramientas necesarias.
Cercanos
Poco a poco fueron llegando el arquitecto municipal, la arqueóloga de Patrimonio y el alcalde. El primero en caer fue un ejemplar que podía molestar la caída del pino del dolmen. A continuación se eliminaron los de los lados y después se talaron otros dos demasiado cercanos, además de un pequeño eucalipto.
El alcalde se responsabilizó de los árboles que no habían sido vendidos y aseguró que hablaría con la dueña que ayer estaba en A Coruña.
Al final, la operación apenas llevó diez minutos, tras los que tanto el arquitecto municipal como la arqueóloga constataron el mal estado, exterior y general, en que se encuentra el megalito. No se realizaron estudios de estabilidad ni ninguna otra actuación destinada a conocer hasta que punto el monumento está afectado por la presión de las raíces.

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